Pocas personas dejan de ser tan pronto profesionales en su campo como los deportistas de alto nivel y poquísimas veces la retirada, permite hacerlo con el suficiente colchón económico como para “jubilarse”.
Las retiradas son habitualmente tempranas, en edad adulta o en la juventud y por lo tanto, en etapas activas. El hecho de haber realizado un sacrificio significativo por el deporte de forma prolongada, unido a la forma en que un deportista abandona aquello por lo que ha luchado desde niño, puede provocar una retirada deportiva marcada por el desamparo y la incertidumbre hacia el futuro. Puede ser motivo de problemas de adaptación a la nueva situación o a las dificultades para superar este cambio vital, a lo cual el psicólogo deportivo debe haber preparado de antemano al deportista para ser capaz de afrontar esta situación con herramientas y recursos suficientes.
Algunas de las preocupaciones que nos llevan a conocer cada retirada deportiva, son entre otras: ¿qué motivos han llevado al deportista a tomar esta decisión, la ha tomado él/ella o ha sido forzada por alguna situación ajena a su voluntad? Las consecuencias son significativamente diferentes cuando se "cuelgan las zapatillas" por una lesión irreversible, que cuando se trata de haber alcanzado un tope de rendimiento y haber logrado los objetivos propuestos y el adiós se pronuncia desde la cumbre. Otras preguntas como, ¿en qué condiciones lo hace? Para conocer cómo va a poder enfrentar el cambio en su vida: se tiene formación profesional adicional al deporte o no, se cuenta con un apoyo familiar y social real o no, con una oportunidad laboral o no… Otra cuestión importante a tener en cuenta sería, ¿cómo la persona va a encajar el deporte en su “nueva vida”, en sus nuevos proyectos? Buscarle un sitio al deporte practicado suele ayudar a tener una relación saludable con el pasado deportivo y a evitar frustraciones en la rutina sin competición (mantener el contacto con compañeros para seguir practicándolo a otro nivel, practicarlo de forma no profesional, hacerse entrenador/a de jóvenes deportistas…)
Para promocionar una transición exitosa en cualquiera de los casos, habrá que incidir especialmente y fortalecer aun más en esta etapa la valía como persona, independientemente de lo que se es o se haya sido como deportista. Sentirse orgulloso de lo hecho y motivarse para los nuevos proyectos, viendo lo que queda por hacer.
Maria Martinez