¿Para qué servimos los psicólogos deportivos?

Cuando en una actuación deportiva se está igualado a nivel físico, técnico y táctico, es el plano psicológico el que marca la diferencia. Lo mejor de todo, es que al igual que los anteriores, se puede entrenar. Aquí es donde aparece la figura del Psicólogo Deportivo, cuyo trabajo es muy amplio y variado, pero con un único fin, el de ser un componente más de la preparación del deportista que le ayude a desarrollarse integralmente para mejorar su rendimiento y alcanzar con mayores posibilidades de éxito sus metas.

martes, 4 de octubre de 2011

La retirada deportiva


Pocas personas dejan de ser tan pronto profesionales en su campo como los deportistas de alto nivel y poquísimas veces la retirada, permite hacerlo con el suficiente colchón económico como para “jubilarse”.

Las retiradas son habitualmente tempranas, en edad adulta o en la juventud y por lo tanto, en etapas activas. El hecho de haber realizado un sacrificio significativo por el deporte de forma prolongada, unido a la forma en que un deportista abandona aquello por lo que ha luchado desde niño, puede provocar una retirada deportiva marcada por el desamparo y la incertidumbre hacia el futuro. Puede ser motivo de problemas de adaptación a la nueva situación o a las dificultades para superar este cambio vital, a lo cual el psicólogo deportivo debe haber preparado de antemano al deportista para ser capaz de afrontar esta situación con herramientas y recursos suficientes.
Algunas de las preocupaciones que nos llevan a conocer cada retirada deportiva, son entre otras: ¿qué motivos han llevado al deportista a tomar esta decisión, la ha tomado él/ella o ha sido forzada por alguna situación ajena a su voluntad? Las consecuencias son significativamente diferentes cuando se "cuelgan las zapatillas" por una lesión irreversible, que cuando se trata de haber alcanzado un tope de rendimiento y haber logrado los objetivos propuestos y el adiós se pronuncia desde la cumbre. Otras preguntas como, ¿en qué condiciones lo hace? Para conocer cómo va a poder enfrentar el cambio en su vida: se tiene formación profesional adicional al deporte o no, se cuenta con un apoyo familiar y social real o no, con una oportunidad laboral o no… Otra cuestión importante a tener en cuenta sería, ¿cómo la persona va a encajar el deporte en su “nueva vida”, en sus nuevos proyectos? Buscarle un sitio al deporte practicado suele ayudar a tener una relación saludable con el pasado deportivo y a evitar frustraciones en la rutina sin competición (mantener el contacto con compañeros para seguir practicándolo a otro nivel, practicarlo de forma no profesional, hacerse entrenador/a de jóvenes deportistas…)

Para promocionar una transición exitosa en cualquiera de los casos, habrá que incidir especialmente y fortalecer aun más en esta etapa la valía como persona, independientemente de lo que se es o se haya sido como deportista. Sentirse orgulloso de lo hecho y motivarse para los nuevos proyectos, viendo lo que queda por hacer.
 Maria Martinez

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