Consiste en el control voluntario de funciones corporales, como la tasa cardiaca, y otras reacciones emocionales. Este control es muy importante para adaptar el organismo al esfuerzo físico o psicológico que requiere cada tarea deportiva. No puede ser igual la tasa cardiaca antes de iniciar una carrera de 100 mts que ante un disparo al blanco en el tiro olímpico. El deportista debe saber cual es estado de activación más adecuado para rendir bien, y cómo regularlo.
Amparo Pozo Calvo
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